La Semana Santa de Sevilla es una fiesta tanto para el alma cómo para el estómago.
Tienes que probar algunos platos clásicos que hacen que esta época del año sea aún más sabrosa. Aquí tienes un breve resumen de qué comer y dónde hacerlo:
En primer lugar (y aunque sea un postre), las torrijas. Como las torrijas españolas no hay nada, empapadas en miel o vino, fritas hasta que estén doradas y espolvoreadas con canela. Es una delicia dulce y golosa que evoca la Semana Santa. También están los pestiños, crujientes pastelitos bañados en miel, perfectos para picar mientras se pasea por las calles viendo pasar los pasos de Semana Santa.
Salimos del dulce y pasamos a dos platos diferentes y muy tradicionales, los garbanzos con espinacas son un guiso contundente y reconfortante con un toque de comino y ajo, humilde pero lleno de sabor. El pisto, una mezcla de verduras que suele llevar un huevo frito por encima para darle un toque más sabroso. Y por último pero no menos importante, no te olvides de las pavias, crujientes buñuelos de bacalao ligeros, esponjosos y deliciosos.
Y ahora, lo más importante ¿Dónde comer estos platos?
Dirígete a Casa Morales para disfrutar de un ambiente relajado y unas pavias increíbles. Para los garbanzos con espinacas, el Bar El Comercio sirve un buen plato con una cerveza Cruzcampo bien fría.
¿Te apetece algo dulce?
Pásate por la Confitería La Campana para probar las mejores torrijas y pestiños, que te harán chuparte los dedos. Durante la Semana Santa, estos locales de tapas están a reventar, así que disfruta del ambiente, coge sitio si puedes y come como un sevillano más.
Buen provecho!
